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miércoles, 21 de julio de 2010

Cervecería de Andrés Ebner

En 1872, Andrés inicializa su trabajo como empresario cervecero, quizás primeramente de manera artesanal o tal vez trabajando para otros reconocidos cerveceros de la época. Contrario a lo que se indica en ciertas referencias, don Andrés jamás estuvo en Talca, ni trabajó para don Otto Schleyer, cervecero alemán radicado en dicha localidad. Luego, durante 1872 y 1875, don Andrés formaliza la Sociedad Fábrica de Cerveza Andrés Ebner. Posiblemente debido a una ley que esblecia en 25 años como la mayoría de edad para iniciar negocios, Andrés registra su fecha de nacimiento un año más temprano, es decir, 1849; dato que se corrobora en su testamento dejado a la familia.



En 1878, don Andrés decide comprar a la familia Koch una planta cervecera en la ribera norte del Mapocho. Doce años antes, esta familia había perdido a su fundador, don Juan Valentín Koch, un alemán también de origen bávaro. Tras un incendio de esta fábrica, la empresa Ebner se traslada en 1880 a La Cañadilla 145 (hoy avenida Independencia 565), comprándole a don Adolfo Pohlmann la planta La Estrella, con ya más de 12 años de existencia. Entre 1885-1888, don Andrés renueva la fachada de la empresa, construyendo además en su sección sur lo que se convertiría en su oficina y nuevo hogar, vendiendo con ello sus dependencias en calle San Pablo a su hermano Antonio. Por estas fechas también adquiere el fundo la Palmilla, ubicada a unos kilómetros al norte de la planta, la que utilizará para la producción de conservas. Hoy una importante calle y barrio de Quilicura usan su nombre exactamente donde estuvo localizado dicho fundo. Durante la década de 1890, comienza a involucrar a sus hijos en la empresa, poniendo a los mayores en labores administrativas. A fines de la misma década envía además a sus dos hijos menores a Heidelberg, Alemania para realizar estudios de cervecería y adquirir en el viejo continente nuevos conocimientos en la materia. En diciembre de 1905 y aquejado de cáncer, don Andrés finalmente fallece. La empresa pasa a manos de su hijo Maximiliano Ebner Bielefeldver testamento, quien siguiendo una línea distinta a la impuesta por su padre decide expandir el negocio vendiendo parte de la empresa Ebner a la Sociedad Gubler-Cousiño, en ese entonces dueña de la hoy aún existente Compañía de Cervecería Unidas (CCU). Maximiliano había recién asumido su mayorazgo tras la repentina muerte de su hermano Alejandro dos años antes de la partida de su padre, aquejado de fiebre tifoidea. El fundo la Palmilla y conservera, en tanto, pasó a manos de su viuda, doña Carolina Bielefeld, quién a su vez la dejó en manos de su hijo Andrés Ebner Bielefeld. Debido a malos consejos y una débil administración, la empresa Ebner posteriormente se disuelve, vendiendo el resto de sus acciones a CCU en 1916. La planta Ebner continuó en funcionamiento, sin embargo, hasta su cierre en 1978. Siempre bajo CCU y durante 1916 y 1933 la planta continuó bajo la administración de don Arturo Ebner Bielefeld, uno de los dos hijos menores quien Andrés previamente había enviado a estudiar a Alemania. Finalmente en 1984 y gracias al Decreto Supremo 646 del Estado de Chile, la planta Ebner pasa a ser considerada monumento histórico.

1 comentario:

  1. Un edificio con esa fachada merece ser utilizada para cualquier proyecto de uso comunitario o uso publico... sin ir mas lejos a muchas personas como yo trae recuerdos de infancia por que acogió a muchos trabajadores que hoy por hoy viven de buenos recuerdos gracias a este edificio o a lo que queda de este valga la redundancia debiera ser utilizada para conservación y buenos recuerdos del pasado que nunca, nunca volverá

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